En esta entrevista, Manuel Ibarzabal (responsable del departamento técnico de vinos) conversa con Xavi Nolla, creador del proyecto «Vins de la Memòria». Descubre la pasión y la historia detrás de estos vinos únicos, que conectan profundamente con nuestras raíces y tradiciones.
¿Qué es Vins de la Memoria?
Considero que Vins de la Memòria es un proyecto enológico que mezcla varios conceptos de singularidad que lo convierten en una propuesta muy diferenciada en mundo del vino.
Por un lado, el poner sobre el terreno un trabajo documental de varios años de trabajo vinculado con la historia y la memoria familiar, por otro, el de recuperar y reivindicar estilos y elaboraciones de vino vinculadas al ámbito mediterráneo catalán, en algunos casos casi desaparecidas y por último, sumar la complejidad de buscar y seleccionar varias parcelas en 6 diferentes territorios para elaborar vinos parcelarios de muy poca producción y alta calidad, un trabajo que posiblemente en España no sea demasiado común, pero que en países como Francia conocemos perfectamente con el concepto de ”negociants” o personas que cierran acuerdos con viticultores para elaborar cuvées muy especiales aunque los viñedos no sean de su propiedad.
A partir de aquí, el resto es pura locura, emoción y lucha por dar a conocer un sueño.
¿Qué te inspiró a iniciar el proyecto Vins de la Memoria y cómo ha evolucionado desde su creación en 2018?
La inspiración llegó a raíz de un trabajo documental realizado durante los años 2015 y 2016, con historiadores y periodistas especializados en el contexto de la Guerra Civil Española y más concretamente en la Batalla del Ebro, pues el objetivo de este estudio residía en conocer los pasos que dio mi abuelo Agustín durante ese periodo del 1938 y 1939, cuando fue enviado al frente.
Este trabajo buscó conocer unos hechos, que él, superviviente de esta batalla, jamás quiso transmitir por razones obvias.
Así fue como una vez concluida esta “investigación” y pudiendo tener información de muchos de los lugares que él y su división pisaron, ya en el año 2018, y celebrando los 80 años de ese momento, me embarqué, junto a mi pareja Gisela, en un viaje emocional para recorrer y pisar esos espacios geolocalizados, en el que descubrimos, además de su historia, que en la mayoría de los casos están ubicados entre viñedos de algunas de las regiones más especiales de Catalunya.
A partir de aquí, nació el “Coup de Coeur”, la locura de desear convertir alguno de esos viñedos en vinos cargados de historias y emociones, de legado y reivindicación, y así fue como nacen los primeros vinos fruto de la primera vendimia en el 2018.
¿Cómo influyen tus recuerdos personales y la historia familiar en el proceso de creación y el perfil de sabor de los vinos Vins de la Memòria?
El perfil enológico de mis vinos es fruto de una mezcla de espontaneidad, intuición y, por supuesto, de mirar atrás para inspirarme en esos antiguos vinos que se elaboraban en cada una de las regiones donde elaboro. Pienso que hay que ser siempre coherente con lo que uno hace, así pues, esta inspiración que comento es la base donde asiento mi propia visión de los vinos, o sea, que a partir de ella visualizo una elaboración y perfil mucho más personal, donde cada uno de los pasos que se realizan están marcados por decisiones tomadas según la intuición, pero también por el propio gusto y objetivo, y por supuesto, por una constante analítica de los vinos que me permite conocer su estado y evolución en cada momento.
Elaboras vino en una región amplia, pasando desde la Terra Alta, por Priorat y otras zonas de Catalunya hasta el sur de Francia. ¿Qué desafíos y ventajas encuentras al trabajar en estas diferentes zonas vitivinícolas?
Elaborar en diferentes regiones, 6 en concreto, puede sonar muy romántico y bonito, que lo es, pero es una decisión que implica una dedicación extrema, una inversión en tiempo y viajes, aparte de económica, que realmente hace que el proyecto sea poco “ecológico” en este aspecto. Mi logística es extremadamente compleja y costosa, pero es la única manera que tengo de poder llevar a cabo ocho mimadas elaboraciones que observo con lupa constantemente. Me gusta recalcar lo de “observo”, pues lo que tengo muy claro es que siempre serán vinos de muy baja intervención, es decir, que solo intervendré para los procesos puramente necesarios como remover unas pieles o unas lías, o trasegar el vino para su embotellado. A parte de esto, poco más.
Sin suda, una de las ventajas, o, mejor dicho, uno de los aspectos que más te llena y enseña es el de poder elaborar en diferentes regiones, donde cada una de ellas te muestra un paisaje y una manera de elaborar diferentes, adaptadas a sus realidades climáticas, varietales e históricas.
¿Cómo describirías la filosofía detrás de Vins de la Memoria y cómo se refleja en tus métodos de producción y selección de uvas?
Nuestra filosofía es clara desde el inicio: Reivindicamos las elaboraciones tradicionales del mediterráneo español, el empleo de recipientes caídos en desuso y la elaboración con variedades autóctonas de cada región, todo ello integrado en un recorrido emocional que ha sido percutor del proyecto y su historia. Elaboramos pequeñas producciones que quieren extraer la esencia de un territorio puro y demostrar que empleando técnicas, materiales y variedades propias podemos disfrutar de vinos de gran calidad, con orgullo de su origen y lejos de las influencias internacionales que han marcado los perfiles clásicos.
Para aquellos que no están familiarizados con el mundo del vino, ¿qué aspectos básicos deberían saber sobre la elaboración y apreciación del vino?
Pregunta difícil de contestar, pues son tantos los aspectos que debemos tener en cuenta que seguro me olvidaría de mencionar alguno de los más importantes. Como formador en vinos, además de elaborador, pienso que cualquier persona que tenga un mínimo interés inicial por el vino y su comprensión, debe dar el primer paso hacia la formación y el conocimiento. En nuestra escuela del vino, enoAula, ofrecemos precisamente un conjunto de cursos que cumplen con el objetivo de avanzar paso a paso en este amplio mundo, desde el inicio, e ir subiendo niveles de conocimiento de forma totalmente orgánica, siempre asimilando y entendiendo el vino desde la lógica, la proximidad y la comunicación didáctica.
¿Qué variedades de uva utilizas en tus vinos y cómo influyen en el perfil y carácter de cada uno de ellos?
Pues como ya mencioné anteriormente, únicamente trabajamos con variedades autóctonas de cada región, algunas de ellas popularmente conocidas y otras menos “famosas” pero con tan alto potencial que, sin duda, deben ser descubiertas más allá de su territorio de origen.
Dicho esto, trabajo con casi todas las garnachas que existen, sí soy garnachista 😉, por lo que en mis vinos se encuentran garnachas blancas, grises, tintas y peludas. Variedades consolidadas como la Cariñena y otras a potenciar como la Pansa Blanca y la Trepat. Todas ellas reflejo puro de la expresión de un territorio, y todas ellas trabajadas con el máximo respeto hacia la variedad y el perfil enológico tradicional de cada zona.
En tu opinión, ¿cómo influyen el terroir y el clima de cada una de las zonas en el sabor y la calidad de tus vinos?
Si entendemos como terroir la suma de varios factores como son el clima, el suelo, el entorno e incluso el aspecto cultural, mis vinos son verdaderos embajadores del terroir de cada zona donde vinifico, pues en su esencia encontramos la pureza varietal combinada con la visión más ancestral ligada a su historia. Son vinos de memoria histórica y memoria enológica, por lo que todos los aspectos que he mencionado están intrínsecos en cada uno de ellos.
¿Podrías compartir alguna anécdota o historia interesante que hayas experimentado desde que comenzaste este proyecto?
Como puedes imaginar, un proyecto tan ligado a la historia y con una carga emocional tan alta, es muy sensible a generar reacciones o situaciones inesperadas. En estos 6 años de vida de los vinos he podido experimentar varios momentos memorables, pero sin duda hay uno que se ha repetido en varias ocasiones que es el de ver a gente ya mayor (+80años) que tras tomar alguno de mis vinos se les han llenado los ojos de lagrimas de emoción, recordando en un flashback momentáneo, momentos de su infancia en el que descubrían el vino elaborado en casa de sus padres o abuelos. Este echo siempre me ha cautivado por que realmente, constata que nuestros vinos, entre otras cosas, tienen una alta carga de memoria, que realmente la inspiración en esas elaboraciones del pasado sigue presente en cada uno de ellos, y que solo por esto, debemos seguir trabajando y reivindicando nuestro vino en mayúsculas, el vino mediterráneo, de campo, de payés, de personas que, para ellos, el vino era vida, tradición y parte de su cultura.
Es por ellos por lo que seguiremos haciendo memoria.
¿Cuáles son tus planes futuros para Vins de la Memoria y cómo esperas que evolucione tu proyecto en los próximos años?
Sinceramente, visualizo el proyecto muy similar a como es ahora, pues no es nuestra intención crecer en volumen ni elaborar nuevos vinos, aunque esto, como todo, nunca se sabe, y de repente aparece un nuevo viñedo u oportunidad de elaborar algo muy especial, y te lanzas. El objetivo de Vins de la Memòria es seguir posicionándonos en las mejores cartas del país y conseguir situar los vinos en el rango de precios que merecen para llegar al punto de equilibrio y estabilidad que todavía buscamos. Así pues, la idea es seguir trabajando duro para lograr estos objetivos, donde siempre es necesario contar con la ayuda de tus distribuidores, que, al fin y al cabo, son los embajadores de los vinos en el mercado.
Te recomendamos…
VINS DE LA MEMORIA, PLOM 2021
€57,20
Hay existencias
VINS DE LA MEMORIA, LA BRUIXA 2023
€15,90
Hay existencias
VINS DE LA MEMORIA, LA BRUIXA 2023
€15,90
Hay existencias
Agotado temporalmente, si quieres que lo pidamos al productor, ponte en contacto con nosotros en online@escoladist.com
VINS DE LA MEMORIA, ELBADIU 2022
€24,81
Hay existencias
0 comentarios